La interacción, el respeto y la convivencia entre un ecosistema tan potente como Costa Quebrada y sus habitantes promueve su cuidado. Vivir en ella ayudándola a perdurar tal y como es con su brutalidad, su calma, su ritmo y su melodía hará que podamos seguir disfrutando de ella.
2 min.
Arte
Maite Moratinos Fernández